Cuando una persona o pareja empieza a buscar un embarazo, es normal que surjan algunas preguntas o inquietudes: ¿Quedaré embarazada rápido? ¿Por qué no llega? ¿Tendré / tendremos un problema de fertilidad? ¿Qué significa tener un diagnóstico de infertilidad o esterilidad? Estos términos, aunque suelen usarse indistintamente, tienen significados distintos y marcan etapas diferentes del proceso reproductivo.
Entender estas diferencias es clave para saber en qué punto del camino estás y qué alternativas existen para lograr tu objetivo.
¿Qué es la fertilidad?
La palabra Fertilidad se usa para describir la capacidad que tiene una persona de concebir un hijo/a de manera espontánea, es decir, sin ningún tipo de intervención médica. Es un proceso natural, biológico y complejo que involucra la interacción de múltiples factores:
- Edad
- Salud hormonal y reproductiva
- Reserva ovárica y producción espermática
- Calidad de óvulos y espermatozoides
- Ciclos menstruales regulares
- Permeabilidad de las trompas de Falopio
- Condiciones uterinas adecuadas
- Factores hematológicos e inmunológicos
- Hábitos diarios, alimentación, actividad física, estrés, factores psicológicos y emocionales
La fertilidad puede variar con el tiempo, incluso después de haber tenido un hijo/s previos, y debe evaluarse siempre de forma personalizada. Por eso, contar con un equipo multidisciplinario es clave para una evaluación completa.
Si querés saber los 10 datos sobre fertilidad que nadie te contó, pero deberías saber, te invito a leer esta nota.
¿Qué es la esterilidad?
El término Esterilidad se refiere a la incapacidad de lograr la fecundación, es decir, el espermatozoide no logra unirse al óvulo y este puede ser el motivo por el cual no se esté logrando embarazo de manera espontánea.
Este obstáculo puede deberse a:
- Falta de ovulación (anovulación)
- Desbalances hormonales
- Obstrucción en las trompas de Falopio
- Baja calidad espermática (cantidad, movilidad o morfología)
En estos casos, se presenta un problema en la primera etapa del proceso reproductivo, con lo cual a estas personas / parejas se les debe dar un asesoramiento personalizado para evaluar sus opciones reproductivas y/o posibles herramientas que ayuden en el proceso.
Aunque el término “esterilidad” todavía se utiliza en algunos contextos médicos, cada vez es más frecuente hablar de infecundidad o disfunción reproductiva, que son términos más amables para las personas que lo atraviesan.
¿Qué es la infertilidad?
A diferencia de la esterilidad, la palabra Infertilidad se puede asociar al proceso donde sí hay fecundación (unión entre óvulo y espermatozoide), pero por algún motivo, no ocurre la implantación embrionaria y/o el desarrollo fetal provocando fallos de implantación y/o pérdidas gestacionales.
Algunas causas frecuentes de infertilidad son:
- Alteraciones genéticas o cromosómicas en el embrión
- Problemas endometriales (microbioma, receptividad, grosor o aspecto)
- Miomas, pólipos o alteraciones anatómicas uterinas (como tabiques)
- Enfermedades autoinmunes
- Trombofilias y otros trastornos hematológicos
- Endometriosis
- Alteraciones tiroideas
- Entre otras
También se diferencian dos tipos:
- Infertilidad primaria: nunca se logró un embarazo
- Infertilidad secundaria: ya hubo un embarazo previo, pero ahora por algún motivo, no se consigue uno nuevo
¿Cuándo consultar con un especialista?
- Si tenés menos de 35 años y llevas 1 año buscando embarazo de forma activa sin éxito, es recomendable que consultes con un ginecólogo/a especialista en fertilidad.
- Si tenés entre 35 y 38 años y llevas 6 meses buscando embarazo de forma activa sin éxito, es recomendable que consultes con un ginecólogo/a especialista en fertilidad.
- Si tenés 39 años o más, te recomiendo que la búsqueda de embarazo sea guiada y acompañada por un especialista en fertilidad.
Si pasaron entre 6 y 12 meses de búsqueda de embarazo sin los resultados esperados, o si hay antecedentes médicos relevantes, lo más recomendable es consultar con un especialista en fertilidad.
A través de una evaluación integral, se puede identificar la causa del problema reproductivo y definir el mejor camino para avanzar de acuerdo a tus deseos y proyectos. Ya sea a través de cambios en hábitos, tratamientos médicos o técnicas de reproducción asistida, existen muchas herramientas disponibles en caso de necesitarlas.
La buena noticia es que la medicina reproductiva ha avanzado muchísimo en las últimas décadas, permitiendo que cada vez más personas logren el sueño de ser madres o padres.
Conclusión
Comprender las diferencias entre fertilidad, infertilidad y esterilidad te permite dar el primer paso con claridad. Cada caso es único, y conocer tu diagnóstico con información confiable y acompañamiento profesional es clave para tomar decisiones informadas.
Recordá: 1 de cada 6 personas o parejas puede necesitar ayuda para lograr un embarazo. No estás sola/o. Consultar con un equipo especializado puede marcar la diferencia en tu camino reproductivo.
Yo soy Flor Vicentini, Lic. en Genética y especialista en Fertilidad y Genética Reproductiva. Agendemos una asesoría online para recibir una guía y un acompañamiento integral en tu proceso reproductivo.
