Cuando hablamos de fertilidad o salud reproductiva, podemos referirnos a cómo es nuestro estado actual en referencia a: la edad, la reserva ovárica, la calidad de las gametas (óvulos o espermatozoides), patologías diagnosticadas, salud hormonal, tratamientos invasivos por los que hayamos pasado (como quimio o radioterapia), cirugías previas, hábitos diarios, alimentación y actividad física, antecedentes familiares de relevancia, hijos / embarazos previos, pérdidas gestacionales, salud emocional y psicológica, etc.
Muchas veces, investigar sobre la fertilidad, empezar a indagar en ciertos temas asociados a la maternidad / paternidad, hacer estudios específicos del área, comenzar a escuchar frases o conceptos relacionados al tema, etc. puede asustarnos un poco, generar miedo, incertidumbre o ansiedad en algunos casos, no querer saber si algo “está mal”, o adelantarnos a un posible diagnóstico que todavía no tenemos.
Esto es totalmente normal, lo desconocido asusta (en muchos casos). Y es normal sentir también que no querés tener esa información hasta que realmente estés embarcada/o en ese camino o proyecto. Pero, así como escribo y te digo esto, también quiero darte un poco de información sobre la otra perspectiva: por qué es importante conocer y entender tu situación reproductiva, y por qué es fundamental hacerlo antes que después.
¿Cuáles son las ventajas de conocer tu fertilidad?
Comprender y tener una idea clara sobre tu situación reproductiva actual puede brindarte numerosos beneficios. Conocer tu fertilidad es parte de conocer tu cuerpo. No se trata solo de la posibilidad de ser madre o padre, sino de comprender cómo funciona tu salud reproductiva y tomar cierto “control” sobre ella.
Algunas ventajas de conocer tu salud reproductiva son:
- Tomar decisiones informadas: haciendo los estudios médicos adecuados se puede obtener un diagnóstico inicial y recibir un asesoramiento sobre tu situación reproductiva para tomar decisiones más acertadas según tu caso particular, sobre todo si tenés el deseo de ser madre o padre en algún momento de tu vida. El especialista en fertilidad es quien debería recomendar esos análisis iniciales y luego brindar información detallada sobre las diferentes opciones reproductivas disponibles. Hacer estudios e investigar sobre tu fertilidad no tiene por qué hacerse sólo cuando estás en búsqueda de embarazo, puede hacerse durante tus años de relaciones sexuales activas sin estar propiamente en la búsqueda o incluso si aún no lo tenés del todo claro.
- Prevenir y planificar mejor: Si se detecta alguna patología / condición que pueda interferir en una futura búsqueda de embarazo, tendrás la posibilidad de recibir información, asesorarte, evaluar tus opciones reproductivas y decidir el camino que más se alinee con tus deseos y proyectos. A veces puede ser difícil recibir un diagnóstico inesperado y saber que hay algo que puede interferir en la futura planificación familiar (por ejemplo: un diagnóstico de baja reserva ovárica, mala calidad espermática, endometriosis, SOP, etc.). Sin embargo, es aún más difícil descubrir “tarde” que existía un factor determinante y que quizás se perdió tiempo valioso de edad reproductiva en la que se podría haber hecho algo. Hay algunas patologías asociadas a fertilidad que pueden manejarse mejor si se detectan a tiempo.
- Obtener respuestas que te den mayor libertad de decisión: saber cómo está tu fertilidad elimina la incertidumbre y las suposiciones innecesarias. Contar con información precisa te permite decidir si querés buscar embarazo en el corto plazo, postergarlo o considerar opciones como la preservación de la fertilidad. También puede servir para tomar la decisión de no ser madre o padre e incluso puede ayudar a hablar sobre el tema y cuestionarte ciertas “estructuras” o “mandatos” que tal vez no resuenen con vos.
- Es un derecho: estés buscando o no embarazo, estés segura/o o no de querer ser madre o padre en algún momento de tu vida, nadie puede impedir que una persona desee conocer su situación reproductiva actual y es responsabilidad de los especialistas proporcionar información detallada sobre los posibles estudios a realizar, la interpretación de esos resultados y las posibles opciones reproductivas disponibles.
¿Cuándo deberías evaluar tu fertilidad?
No hay un momento exacto o estricto en el cual debas evaluar tu fertilidad. Como mencionaba anteriormente, no es necesario estar en la búsqueda de embarazo para realizar estudios asociados a la fertilidad. Tener esta información debería considerarse dentro de los estudios habituales y anuales que uno se puede hacer de control.
A pesar de esto, pueden existir ciertas situaciones en las que sería más recomendable evaluar la salud reproductiva:
- Si tenés menos de 35 años y llevas 1 año o más buscando embarazo sin éxito
- Si tenés entre 35 y 38 años y llevas 6 meses buscando embarazo sin éxito
- Si tenés más de 39 años y querés comenzar a buscar embarazo
- Si tenés más de 30 años y todavía no estás buscando embarazo, pero sí es un deseo a futuro
- Si tenés más de 30 años y todavía no tenés una decisión clara sobre ser madre o padre en un futuro
- Si tenés patologías ginecológicas / urológicas ya diagnosticadas (por ejemplo: endometriosis, Síndrome de Ovario Poliquístico, varicocele, etc.)
- Si tenés algún diagnóstico que pueda interferir en una futura planificación familiar (por ejemplo: alguna condición genética que se pueda transmitir a la descendencia)
- Si tomaste la decisión de preservar tu fertilidad
- Si vas a pasar por algún tratamiento oncológico y querés preservar antes tu fertilidad
- Si no querés ser madre / padre, pero querés evaluar igualmente tu salud reproductiva para saber cómo está todo y si hace falta atender algo puntual
Si querés saber cuáles son los estudios básicos que se pueden realizar para evaluar tu salud reproductiva, te invito a que leas esta nota: ¿Qué estudios básicos se pueden realizar para evaluar tu fertilidad?
Conclusión
La fertilidad sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad, aunque afortunadamente se está discutiendo y hablando cada vez más. Lamentablemente, se enseña poco en las escuelas, casi no se discute en los hogares, y muchas veces los propios ginecólogos esperan a que la persona esté buscando un embarazo para realizar ciertos estudios básicos.
Tener información siempre te dará poder, autonomía y libertad de decisión. Te otorgará la capacidad de tomar decisiones informadas sobre tu propio cuerpo y tu futuro, y te permitirá tener un control activo sobre tu salud reproductiva.Conocer tu fertilidad no significa que debas tomar una decisión inmediata sobre la maternidad o paternidad. Significa que tenés información real y confiable para decidir. Si todavía no evaluaste tu salud reproductiva, quizás sea un buen momento para dar el primer paso