Diferenciar y comprender estos 3 términos puede ser de gran utilidad a la hora de recibir un diagnóstico y las posibles soluciones ante los problemas que puedan surgir.
FERTILIDAD
La palabra FERTILIDAD se usa para describir la capacidad que tiene una persona o una pareja de concebir un hijo/a de manera espontánea, es decir, sin ningún tipo de intervención médica. Es un proceso complejo que involucra la interacción de múltiples factores, incluyendo la salud reproductiva, la edad de la mujer y del hombre, la calidad del esperma y de los óvulos, los ciclos menstruales en las mujeres, la permeabilidad de las trompas de Falopio, la anatomía uterina, la alimentación y los hábitos diarios, la parte emocional, entre muchos otros. La fertilidad puede variar ampliamente de una persona a otra y puede influenciarse por factores como el estilo de vida, los hábitos, la genética y las condiciones médicas presentes en cada uno de los individuos. Evaluar la fertilidad o la salud reproductiva de una persona/ pareja debe ser totalmente personalizada y con un equipo multidisciplinario de especialistas en el área.
ESTERILIDAD
Dentro de las posibles dificultades que podemos encontrar en el proceso de búsqueda de embarazo de manera espontánea, se encuentra la incapacidad de que el espermatozoide fecunde al óvulo. En este tipo de situaciones no ocurre la fecundación, es decir, la unión entre el óvulo y el espermatozoide en las trompas de Falopio. Esto puede ocurrir por varios motivos: mujeres con anovulación (falta de ovulación) que les impide que el óvulo se libere de su folículo, salga del ovario y se dirija hacia las trompas de Falopio para ser fecundado; mujeres con desbalances hormonales que afecten la calidad y madurez de sus óvulos o bien su ciclo menstrual; obstrucciones en las trompas de Falopio que impidan la unión entre el óvulo y el espermatozoide; factor masculino donde se presente baja cantidad, movilidad o morfología espermática; entre otros. Se dice que las personas que presentan inconvenientes en esta etapa del proceso a la hora de buscar embarazo están teniendo un problema de ESTERILIDAD. A estas personas/ parejas se las debe aconsejar, guiar y asesorar sobre posibles estudios y pasos a seguir para mejorar su situación reproductiva, siempre poniendo el foco en la primera parte del proceso (que es lograr la fecundación).
Cabe aclarar que el concepto o la palabra “esterilidad” dejó de usarse hace un tiempo, quizás por el efecto negativo que causaba en las personas a nivel emocional. Este concepto se puede asociar con la palabra infecundidad o disfunción reproductiva que son términos más amigables a la hora de hablar sobre la incapacidad de una persona / pareja de concebir de manera espontánea en un período razonable de tiempo.
INFERTILIDAD
Otra de las situaciones con la que nos podemos encontrar a la hora de buscar embarazo es la falta de implantación embrionaria y/o de desarrollo fetal. La palabra INFERTILIDAD se puede asociar al proceso donde sí hay fecundación, pero por algún motivo, no ocurre la implantación embrionaria y/o el desarrollo fetal provocando fallos de implantación y/o pérdidas gestacionales. Las causas por las que puede ocurrir esto pueden ser variadas: alteraciones genéticas/ cromosómicas en el embrión; problemas de receptividad y/o microbioma endometrial; alteraciones anatómicas en la cavidad uterina; grosor y aspecto endometrial no adecuados; enfermedades autoinmunes de la madre; problemas hematológicos (como trombofilia o el síndrome antifosfolípido); miomas, pólipos y adherencias uterinas; endometriosis; alteraciones tiroideas en la mujer; entre otros.
Existe el concepto de “infertilidad primaria” cuando la persona/ pareja nunca ha logrado embarazo e “infertilidad secundaria” cuando ya se logró un embarazo viable y un hijo/a en casa, pero existen dificultades para lograr un nuevo embarazo.
Las personas o parejas que después de un período de tiempo no han logrado un embarazo viable, tienen la opción de acudir con especialistas en fertilidad para que, en principio, evalúen el caso y lleguen a un diagnóstico inicial. Muchas de estas personas/parejas quizás se puedan beneficiar con alguna técnica de reproducción asistida que los ayude a lograr el objetivo final. Sabiendo en qué parte del proceso puede estar la dificultad o el problema, se pueden probar diferentes soluciones, técnicas o herramientas que contribuyan al proceso. La medicina reproductiva y los constantes avances de las tecnologías en el área de fertilidad han permitido que en los últimos 40 años muchas personas/parejas puedan lograr su sueño de ser madres/padres. Pedir ayuda o consultar con un especialista en el área no debería significar algo malo. De hecho, 1 de cada 6 personas / parejas podrían requerir la utilización de la reproducción asistida como una herramienta adicional para lograr un bebé sano en casa.